Pasear por el campo pensando que vamos por un zoo puede ser un poco frustrante, muy rara vez tendremos la oportunidad de cruzarnos con la fauna salvaje en libertad. Fundamentalmente por dos motivos: 1. nos rehúyen (y bien que hacen), y 2. muchos suelen ser nocturnos.

Pero están ahí.

Siempre me ha fascinado ver un bosque e imaginarme qué animales estarán ahí, escondidos, esperando su momento. Las huellas y los rastros son la herramienta perfecta para dejar volar nuestra imaginación.

El terreno se vuelve un tablero lleno de pistas que esperan a ser descubiertas e interpretadas, y entonces, te das cuenta de que realmente los animales salvajes no están tan lejos ni son tan pocos como pueda parecer…

España es el país europeo con mayor biodiversidad (cosa que saben bien los visitantes extranjeros que vienen por miles cada año en rutas turísticas, fotográficas o de avistamiento, pero que los de aquí parecemos ignorar). El bosque mediterráneo que conforma la mayor parte de nuestra piel de toro, así como los bosques atlánticos y las montañas del norte son el escenario ideal donde aves, mamíferos y un sinfín de invertebrados conviven, comen, y son comidos.

Las grandes joyas de nuestra fauna, el oso, el lobo, el lince, el águila real… son solo la punta de un iceberg que integran muchos otros animales: ciervos, gamos, corzos, tejones, garduñas, ginetas, jabalíes, meloncillos…

Todos ellos campean por nuestros montes, con diferentes y exitosas estrategias de supervivencia, que sin embargo no evitan, para un ojo entrenado, descubrir, analizar y descifrar las huellas y rastros que dejan a su paso.

Escodaduras, rascaduras, madrigueras, sendas, restos de comida, excrementos y por supuesto, huellas en el terreno, serán las pistas que nos vayan dejando cada uno de ellos, en sus rutas diarias en busca de alimento, pareja, o nuevos territorios de campeo.

Con el estudio de las huellas aprendemos cómo diferenciarlos. Máximo Sánchez Cobo, naturalista de vocación y gran experto en la materia, nos ofrece todo su conocimiento y pasión por el medio natural, y nos amplía la visión y comprensión del medio, para que nuestros paseos por el campo sean siempre una nueva aventura de descubrimiento.

¿Quién soy?

 

Mientras duermes…

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