¿Podemos faltar a clase para irnos a hacer fotos con vosotros?
¿Podéis fotografiar al ratoncito Pérez?
Estas y otras preguntas, miradas de alucine, “ooooohhhs”… hacen que las horas de soledad en el escritorio y en el campo merezcan la pena, y dan sentido a las páginas de un libro que en el fondo pretende enseñar mediante el asombro.
Una intensa jornada en la que dos clases de niños de cada uno de los cursos, 3º, 4º y 5º de primaria compartieron conmigo historias de búhos, caracoles, lirones, ratones… y disfrutaron de los “tesoros” del bosque que he ido recopilando para momentos como este.
Misión cumplida, satisfacción enorme y segúramente, muchos niños “enrolados para la causa”… 🙂
Fotos: © Óscar Díez