Del color del cristal…

Del color del cristal…

Una vez más emprendía una nueva misión lejos de casa, con un objetivo animal de partida: camaleón en estado salvaje. Los camaleones, como todos los reptiles son de sangre fría, de manera que buscarlos al sol es una buena idea, pero… no demasiado, ya que el sol de junio puede ser excesivo. Así que… mejor momento: amanecer y atardecer.

Eso por un lado… por otro… su hábitat preferido son arbustos bajos donde esconderse, pinares, retamares, lentiscos… vamos, como buscar una aguja en un pajar porque por si fuera poco su reducido tamaño, tienen el arte de camuflarse bien perfeccionado.

Lamentablemente yo no tuve vista suficiente como para detectarles, por el momento (junio 2025), me tengo que contentar con disfrutar de las fotografías de mi amigo Nacho…

© Ignacio Garoz

© Ignacio Garoz

© Ignacio Garoz

 

Hace ya tiempo que he aprendido que el éxito de la fotografía de fauna en estado salvaje no depende enteramente de ti mismo, y que las oportunidades fotográficas (como la vida), hay que tomarla según viene y hacer lo que uno puede con lo que tiene delante.

Calor, un cielo anodino con calima… con todas las papeletas para venirte de vacío a casa. Pero entonces piensas: ¿y si…? Con estos mimbres lo único que se me ocurría era sobreexponer en cámara para intentar resaltar a los flamencos y sus tonos rosados sobre el agua que iba a quedar casi blanca, con los reflejos como único adorno. Así lo hice y aunque no tuve muchísimas oportunidades, estoy contento con lo que pude sacar.

Y es que, la vida es del color del cristal con que se mira. A falta del objetivo principal, hay que buscar motivos y hacer lo que puedas con lo que la naturaleza te ofrece en ese momento.

Seguro que podré fotografiar camaleones en libertad algún día cuando no vaya a buscarlos…. 😀

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