Yo, Milvus
En el bosque somos muchos. Hay humanos con el ojo de la naturaleza cegado por la prisa o por el gris de sus nidos de ladrillo y al no vernos, creen que no estamos. Yo puedo ver cómo alrededor del escondite nuestra gente pequeña se acerca, atraída por la comida que aquí nunca sobra.