Cuando todo esto acabe, rendiremos tributo a médicos, sanitarios… y a todos los que cuidaron de nuestro cuerpo.
Pero… ¿qué hay de los que cuidaron de nuestro espíritu?
Héroes anónimos que desde sus casas trataron de dar un paso al frente y animar a los demás. Contagiar, sí, pero de un espíritu optimista sin el que no es posible superar nada.
Yo contaré que tuve unos vecinos músicos que cada tarde nos hacían llegar ondas de buen rollo a través de su música. Para poner una banda sonora alegre a aquellos días tan oscuros (que pasarán), lo han editado en un CD, con versiones de temas muy conocidos y alguna que otra composición propia.
Gracias y enhorabuena Laureano y Valérie!
(duomimosmusica@gmail.com)
P.S.: si hay algo más satisfactorio que hacer fotos, es que tus fotos sirvan para algo más… como ilustrar la portada de esta joyita